Un paseo por el jardín que nos reconecta con la naturaleza mientras seguimos a los jardineros en su camino a lo largo de un estanque y árboles exuberantes. Para la Colección Masculina Primavera-Verano 2020 Silvia Venturini lleva al hombre Fendi lejos de los espacios virtuales y la vorágine inmaterial que rige la vida actual y lo ubica al aire libre.
Como parte de un diálogo bucólico pero pragmático entre el hombre y «los grandes exteriores» la Colección comunica una brisa de pragmatismo y énfasis en la funcionalidad y lo útil, muy a la manera de la marca.
El principio es una paleta de tonos tierra, verdes, beiges y marrones combinados con materiales naturales, como la seda, el algodón, la lana, la cachemira, la piel, la gamuza y la mezclilla.
Las piezas sartoriales ofrecen una sensación de uniformidad y se combinan con una cierta ligereza y aire que hacen que todo sea liviano y fresco mediante ranuras y aberturas estratégicamente colocadas en volúmenes espaciosos y prendas perforadas.
Los amplios bolsillos removibles se cierran con cremalleras, lo que agrega otro elemento funcional. Las formas son arquetípicas: sobretodos, abrigos, pantalones tipo cargo, polos largos, chalecos y, por supuesto, trajes.
La seda, las cuadrículas y las redes con efecto treillage («enrejado») son una celebración del exquisito savoir faire de la casa italiana. Los estampados, bautizados como «Botanics for Fendi» y diseñados por el director de cine italiano Luca Guadagnino [Melissa P (2005), Call Me by Your Name (2017), Suspiria (2018)], artista invitado de la temporada, así como las formas geométricas con un dejo a los kimonos agregan un toque pictórico y suave a la organza impermeable.
El logotipo exclusivo de la «doble F» y el patrón a rayas Pequin hacen destacar los accesorios de la colección, ofreciendo un hábil juego de logos y texturas.
Los bolsos dan continuidad a la sensación de amplitud, con enormes totes -en red o piel recortados- e incorporan un pouch bag extraíble. Los íconos de la maison Baguette y Peekaboo se presentan en distintas versiones (desde el formato Essential hasta al X-lite)y en preciosos materiales exóticos como la rafia tejida y la piel Selleria clásica. El logo-no-logo Pequin también adereza una regadera y una canasta de jardinería en busca de una sensación extra de aire libre.
Por si el mood jardinesco no fuera suficiente, se desarrollaron zapatos deportivos altos y bajos en lona y caucho en colaboración con Moonstar, una autoridad japonesa en la materia.
¿Qué falta? El Sol, un sombrero de paja, un mantel con motivo Pequin y un sacacorchos en forma de un artículo de jardinería. ¡Y feliz primavera y verano futuros!