Que una actriz afirme que hasta las malas críticas son un halago para ella, es una manifestación de humildad y, al mismo tiempo, de grandeza. A sus 23 años, la actriz Saoirse Ronan tiene más de diez protagónicos en su carrera y ya dos nominaciones al Oscar.
LA MEJOR CALIFICADA
Hoy, entre la crítica, sus seguidores y los cinéfilos, todos hemos quedado atónitos por su interpretación de Christine McPherson, mejor conocida como Lady Bird, la cual se convirtió en la película mejor calificada en la historia de Rotten Tomatoes.
También nos ha dejado claro que con su participación en Brooklyn, El Gran Hotel Budapest o Hanna, demuestra que hay talento de sobra y sencillez en cada palabra que dice. Hace un pausa en su agitada agenda y se sienta a conversar con nosotros. De su carrera, su familia, su concepto sobre el cine y, desde luego, de Lady Bird, cinta que dirigió Greta Gerwig y con quien coincidió en el Festival de Cine de Toronto en 2015: “He aprendido a buscar papeles sinceros, nada falsos, ni prefabricados, hay miles de historias con tanta humanidad que ¿para qué hacer un personaje mecánico y predecible? Esos abundan y no tengo interés en ellos. Mi independencia sentimental me provoca elegir papeles que reflejen a una mujer con interés en contar su historia, y creo que todas las mujeres tenemos una, pero ¿cómo la hacemos interesante? El cine es una manera de decirnos cuál es y cuál no”, cuenta la protagonista de Desde mi cielo.
“He aprendido a buscar papeles sinceros, nada falsos, ni prefabricados. ¿Para qué hacer un personaje mecánico y predecible? Esos abundan y no me interesan, no me van”
Y hace un análisis del porqué le interesa interpretar personajes que le enseñen más sobre la conducta social y el comportamiento humano, tal como sucede en Lady Bird, en donde interpreta a una adolescente de preparatoria que no sabe expresar sus frustraciones e ilusiones, refugiándose en el sarcasmo y mostrando otra personalidad:
“La historia que hizo Greta fue un gran acierto para contar ese deseo intrínseco que tenemos como seres humanos de ‘encajar’ en la sociedad. Estamos en la escuela y parece una batalla de popularidad o de aciertos para tener la aprobación general, y quien comete errores o fallas, es casi crucificado. Me encantó poder conversar con Greta sobre lo difícil que es ser mujer en una sociedad regida por hombres, porque antes había pocas jóvenes líderes, y de cómo hemos sabido progresar incluso en las escuelas. Las estadísticas, los números, los aciertos, me gustó aprender… es algo así como sociología aplicada a la teoría histriónica, y me fascina hablar de eso”, relata la actriz nacida en Nueva York y criada en Dublín.
¿Y SI DUDAMOS UN POCO MÁS?
Hija del actor Paul Ronan, Saoirse de 23 años asegura que han sido sus padres los principales promotores de que haga su vida de forma independiente y responsable, y es a ellos a quien más les confía su crecimiento personal y profesional:
“Todos tenemos dudas, de una u otra manera, siempre pasamos por fases en las que cuestionamos y eso nos sirve para analizar y luego acertar, o errar el camino y saber que hay más opciones. Creo que lo que mejor me enseñaron mis padres fue a no tener miedo, porque congela. El miedo te estanca y eso no es bueno de ninguna forma. Mi papá siempre me ha dicho que es mejor arrepentirse de algo, que de no haberlo hecho y tiene toda la razón.”
Ronan detalla que le encanta provocar al espectador y mover sus emociones desde las entrañas, pero también goza escuchar las críticas de los expertos: “Es el mejor halago que me pueden dar, sea malo o bueno, recibir un comentario de los expertos me ayuda a crecer como actriz, porque un premio es a criterio de muchas personas y una crítica sobre mi trabajo es una reacción a lo que provoqué en el espectador y lo que viene del corazón, de los sentimientos, justo eso es lo que nos hace girar, soñar, movernos…”, concluye.
Por Max Emilio Bassarelli