“Por primera vez tenemos clientes en lista de espera, lo cual es una gran noticia”, revela este hombre que parece venido del pasado para ocuparse del futuro. De impecable estampa (gafas, pajarita, pañuelo y zapatos en perfecta y lúdica armonía), su presencia es de un eclecticismo que refleja su vocación por lo vintage y los ánimos de la reinvención y las mutaciones. No es de asombrar que en su perfil de Instagram se descibra a sí mismo como un “alquimista creativo”. Para esta charla está rodeado de relojes, los cuales reflejan fielmente su filosofía estética.
En 2015, Davide Cerrato dejó su trabajo en Tudor, donde fue jefe de Mercadotecnia, Diseño y Desarrollo de Producto, para responder a la invitación de Jerome Lambert a dirigir la división de relojes de la marca alemana. También estuvo a cargo de Panerai. Su impronta en ambas marcas fue indeleble.
Tras su llegada las reglas del juego en Montblanc se han modificado. “Hemos reestructurado cada línea de nuestros relojes. En términos de técnica estamos trabajando en tres niveles: movimientos comerciales a un precio asequible, luego lo que llamamos manufacture, que consiste en movimientos creados solo para nosotros dentro del grupo y, finalmente, nuestras piezas para coleccionistas, de relojes hechos y decorados a mano en ediciones limitadas y numeradas”, explica. Ejemplos de cada línea son, respectivamente, el Automatic Moonphase, el Nicolas Rieussec Chronograph y el ExoTourbillon Suspendido.
“¿Qué sucederá con la Alta Relojería a la llegada de más smartwatches? Nada. La relojería mecánica es inagotable”

Este es, además, un año especial porque la histórica manufactura de Minerva (otrora Fabrique d’Horlogerie Minerva hoy convertida en Institut Minerva de Recherche en Haute Horlogerie), cuna de algunas de las innovaciones, transformaciones y complicaciones relojeras más memorables de la historia, cumple 160 años de existencia. Y en su honor han sido concebidas las novedades: “Estamos lanzando dos colecciones importantes: una es la reformulación completa de Star Legacy, que ha sido la línea histórica de Montblanc, y en la que hemos decidido reagrupar las piezas de mayor venta. La otra es la colección Montblanc 1858, segunda colección deportiva después del Timewalker”.
El Star Legacy Exo Tourbillon Suspendido. Ediciones limitadas a 58 y 28 piezas.
La inspiración para estas novedades es, desde luego, la profusa historia de la manufactura que Grupo Richemont, al que pertenece Montblanc, adquirió en 2006, como Cerrato explica: “En el caso de Star Legacy nos hemos inspirado en los primeros relojes de bolsillo y de pulsera, piezas del museo, como el caso de un reloj de bolsillo de 1865; para la colección 1858 la fuente de inspiración es el mundo de los stop watches y counters, instrumentos técnicos que Minerva creó en los años 1930 y de los que vino el cronógrafo, como los empleados para cronometrar la Fórmula 1 en los años cincuenta, así como los relojes para militares y exploradores”.
No debe ser sencillo tener en tus manos una herencia tan profusa. “En efecto”, reconoce con una sonrisa, para continuar: “Diseñar relojes es un asunto de mucho gut feeling. Se requiere mucha experiencia. Hay una parte racional, comercial, pero prevalece la sensibilidad, la observación. Lo que buscamos y por lo trabajamos es proponer productos que destaquen por sí mismos y el cliente asocie de inmediato con Montblanc”.
Por Jorge Mendoza Toraya