Samantha comenzó haciendo gimnasia olímpica y atletismo, al grado de que aún disfruta mucho correr, pero su pasión por el squash comenzó gracias a su padre: “Después de unos meses que pasé sin hacer ningún deporte, mi papá me dijo que tenía que hacer algo como parte de mi estilo de vida. Me inscribí a un club y ahí comencé a jugar squash. Coincidió con que se acercaba la primera Olimpiada Nacional Juvenil, en la que participé y gané mi primera medalla de oro. Ni siquiera imaginaba todo lo que iba a pasar a partir de ese momento”, afirma la atleta.
Ella es la primera mexicana en ganar un torneo dentro del Tour Mundial de la Asociación Profesional de Squash (PSA), en Pittsburgh, en 2003. Cuenta con 17 títulos, más de 300 partidos ganados y recientemente cumplió 20 años (desde 1998) como campeona nacional de alto rendimiento.
Sobre los momentos más significativos de su carrera, comenta: “Recuerdo cuando quedé en tercer lugar del Mundial en Rotterdam, lo que ningún otro latino ha logrado. También cuando le gané a la número dos del mundo y a la excampeona del mundo; y las dos medallas de oro que obtuve en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011”.
SER MEJOR DÍA A DÍA
Por si fuera poco, cuenta con 13 medallas de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y fue nombrada Mejor jugadora en 2008, 2011 y 2012, con lo cual se coloca como una de las deportistas latinoamericanas con más medallas en la historia de este deporte: “Todo es fruto de muchos años de entrenamiento y lucha”, afirma.
Samantha juega prácticamente todo el año y su carrera no ha estado exenta de diversas lesiones, las cuales ha logrado superar a través de perseverancia, disciplina y profesionalismo: “A mí el deporte me ha enseñado todo acerca de la vida, porque al final la cancha es una réplica de esta. La ventaja es que disfruto mucho lo que hago y puedo aprovecharlo, cada día es un constante aprendizaje. Si fueran los últimos días de mi vida, los viviría igual que como vivo cada día”. Para Samantha, competir significa hacer las cosas bien y ser mejor cada día.
“Todo es fruto de muchos años de entrenamiento, disciplina y lucha”
Su otra gran pasión es cuidar de sus negocios, con los que siempre trata de ayudar a la gente para que tenga una mejor calidad de vida: “Trato de que mis negocios tengan esta filosofía de aportarle algo a la gente, por ejemplo, en mi club (ProSquash Polanco) no hay quien por problemas económicos no pueda atravesar esa puerta. Entre mis próximos planes está la creación de una fundación encaminada a la cultura y la actividad física”, comenta y entre risas confiesa que aunque duerme muy bien, descansa poco, pues su cabeza no deja de trabajar con todo tipo de ideas.
Al encontrarse al final de su carrera, Samantha disfruta cada uno de los partidos que juega al más alto nivel: “Me mantengo como campeona panamericana, son los octavos Juegos Panamericanos que gano; es algo muy significativo y cada uno de estos triunfos los disfruto mucho”, finaliza.
Por Alexis Mustri