Toparse con un CEO inteligente es muy interesante. Enfrentarse con un ser humano ejemplar, ¡ah!, eso es un privilegio. El señor (en toda la extensión de la palabra) Karl F. Scheufele tiene la palabra…

«Dale tiempo al tiempo», aconseja entre nosotros un refrán que promueve los frutos de la paciencia. Karl-Friedrich Scheufele le ha entregado su vida entera al tiempo y como resultado se ha convertido en una de las mentes más brillantes y visionarias de la industria relojera.

Este alemán de 59 años de edad que creció en Suiza, co-presidente de Chopard, empresa fundada en 1860 como un pequeño taller, pero que su padre compró en 1963; y de Ferdinand Berthoud, una manufactura que celebra de manera exquisita la herencia de uno de los más grandes precursores del arte de fabricar piezas prodigiosas.

Es amante del arte (desde 1998 Chopard produce la Palma de Oro del Festival de Cannes e ilumina la alfombra roja con joyas excepcionales que portan muchas de las estrellas asistentes), los vinos (es dueño de Le Caveau de Bacchus, una tienda en Ginebra y de la vinícola Château Monestier La Tour, en Bergerac, Francia,) y los autos deportivos clásicos (desde 1988, Chopard es patrocinadora de la casi centenaria carrera Mille Miglia, que él mismo corre cada año, y del Grand Prix de Monaco Historique).

“La vida sin retos sería demasiado aburrida para mí”

BLACK: Has dicho que cuando entraste a Chopard por primera vez fue como si tuvieras una página en blanco frente a ti, pero creo que todavía la tienes frente a ti con cada nuevo día y cada nuevo reto, cada nuevo diseño, cada reloj, cada nueva empresa.
KARL-FRIEDRICH SCHEUFELE:
Sí, siempre hay retos, pero es cuando puedo voltear atrás y reconocer qué es, si es parte de la esencia o si nos estamos alejando. Cada vez es un reto, cuando pensamos en un nuevo modelo, un nuevo reloj hay que proyectarse siempre hacia el futuro.

BLACK: ¿Cómo sería la vida sin retos?
KARL: Sería demasiado aburrida para mí.

BLACK: El otro día leí una frase que decía: “Si no te gustan los lunes el problema no son los lunes, sino tu vida. Cámbiala”. Es decir, el problema no son los lunes. Ahora que mencionas la historia de Ferdinand Berthoud leí que dijiste que fue un relojero que dejó su huella en la historia. ¿Cómo piensas lograr esto?
KARL: Seguir haciendo relojes excepcionales. Los siguientes deben ser igual de buenos o mejores.

“Lo que me motiva son los resultados. Enfrentarme a un nuevo reto, trabajar en un nuevo reloj, un nuevo movimiento, y después verlo terminado.”

BLACK: ¿Por qué dices que este reloj sea perfecto o lo suficientemente preciso?
KARL: Es bastante complicado dejar ir. Cuando terminas algo y ya lo das por terminado hay que dejarlo ir como esté. La perfección es lo que sea. Hay momentos difíciles, para el equipo también, siempre quieren mejorar y eso es un reto también.

BLACK: Tengo una pregunta engañosa para ti. Si pudieras darte un reconocimiento, ¿por qué te lo darías y qué te darías?
KARL: Si pudiera darme cualquier reconocimiento sería por la paciencia que he desarrollado con los años.

BLACK: Hablaste de motivar a otras personas, pero ¿qué te motiva a ti?
KARL: Lo que me motiva son los resultados. Enfrentarme a un nuevo reto, trabajar en un nuevo reloj, un nuevo movimiento, algo nuevo y después terminarlo. A veces toma mucho tiempo como en el caso de Berthoud; a veces nos frustramos, nos impacientamos, queremos tirar la toalla. Pero el espíritu de empezar algo nuevo es muy motivador.

BLACK: Por último, durante la premiación al Ferdinand Berthoud dijiste que éste ofrece precisión digna de exploradores. ¿Te consideras un explorador?
KARL: No sé si soy un explorador, pero el Ferdinand Berthoud fue hecho para los exploradores. Puede ser que yo esté explorando Ferdinand Berthoud.

BLACK: Y nosotros estamos explorando a Ferdinand Berthoud a través de ti. Gracias.

Por Lina Holtzman Warszawsky

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