Esta mañana nos sorprendió (si bien sabíamos de su precario estado de salud) la muerte del escritor israelí Amos Oz, quien a través de su pluma y actos señaló y pugnó contra todos los fundamentalismos. Fue un impulsor incansable de una solución a todo conflicto existente y fundador del grupo Peace Now. estos son fragmentos de cinco de sus libros.
1
“En Jerusalén, se caminaba siempre como en un entierro, o como cuando se llega tarde a un concierto: primero, se apoya la punta del zapato y se tantea con cuidado el terreno. Después, cuando ya se ha plantado el pie, se espera un poco antes de volver a levantarlo: después de dos mil años hemos encontrado una pizca de suelo que pisar en Jerusalén y no renunciaremos a ella tan rápidamente. (…) Ésa, más o menos, era la forma de caminar en Jerusalén. ¡Pero Tel Aviv era otra cosa! Toda la ciudad era un saltamontes. Un constante fluir de personas, casas, plazas, brisa marina, arena, avenidas y hasta de nubes en el cielo”.
Tomado de:
Una historia de amor y oscuridad (Siruela, 2006). La historia de la niñez y adolescencia de quien fue Premio Cervantes 2007, transcurridas entre el final del mandato británico sobre Palestina y los primeros años del Estado de Israel. Una autobiografía novelada, una épica familiar entrañable que abarca más de un siglo y es, sin duda, su trabajo más famoso.
Natalie Portman dirigió y protagonizó en 2015 la película homónima basada en este libro.
2
“La maestra Emmanuela explicó a la clase qué aspecto tiene un oso, cómo respiran los peces y qué sonidos emite la hiena por la noche. También colgó en la clase fotografías de animales. Casi todos los niños se burlaban de ella, porque en su vida habían visto un animal”.
Tomado de:
De repente en lo profundo del bosque (Siruela, 2007). En un pequeño y remoto pueblo desaparecen todos los animales. Como se explica en la contraportada del libro mismo, de trata de una Aggadah, una parábola poetica y profunda. Todo en el lugar mítico transcurre entre secretos y miedo, hasta que dos niños rompen el embrujo…
3
“… cuando los alemanes empezaron a cercar la ciudad de M., el hijo pasmado del relojero huyó solo a los bosques y dejó a Stefa a salvo en manos de sus admiradores, los intelectuales de la ciudad. Ella esperaba que consiguiera salir bien parado de todo aquello y que, algún día, volvería a verlo, no quería poner nombre a sus sentimientos, solo anhelaba al hombre y tenía mucha fe en sus capacidades. Noche tras noche se oían a lo lejos los disparos de las patrullas alemanas. Había frecuentes altibajos en la corriente eléctrica”.
Tomado de:
Tocar el agua, tocar el viento (Siruela, 2016). Una de sus primeras novelas. En 1939, Elisha Pomeranz, un matemático y relojero polaco se oculta en los bosques mientras los nazis avanzan. Pasada la guerra y los campos de concentración, él y su esposa, Stefa, buscan volver a encontrarse.
4
«El judaísmo y el cristianismo, y también el islamismo, predican las mieles de la bondad, la caridad y la piedad, siempre y cuando no tengan en sus manos los grilletes, las rejas, el mando, las cámaras de tortura y los patíbulos».
Tomado de:
Judas (Siruela, 2015). Novela en la que Oz reinterpreta la figura de Judas Iscariote para dar pie a muy diversas refelexiones sobre la traición. En el Jerusalén de 1959, un joven universitario, un anciano sabio y su nuera viuda entablan discusiones religiosas y políticas de gran calado. Un libro que exalta la libertad de pensamiento.
5
«Una mañana vimos en la pared de nuestra casa, debajo de la ventana de la cocina, escritas con unas letras gruesas y negras, unas palabras que decían: ¡profi, shafel! (¡profi, vil traidor!). El término vil despertó en mí una inquietud que hasta hoy, mientras estoy sentado escribiendo esta historia, me sigue interesando: ¿puede haber un traidor que no sea vil? De no ser así ¿por qué se molestaría Chita Reznik (reconocí su letra) en añadir la palabra vil? Así que, entonces, ¿en qué casos la traición no es vil?»
Tomado de:
Una pantera en el sótano (Siruela, 2017). En los tiempos del mandato británico en Palestina, en pleno conflicto, un niño judío y un sargento inglés entablan una amistad que derriba prejuicios pero suscita acusaciones e infundios. El narrador es aquel pequeño, hoy adulto, entregado a una nostalgia bañada en los horrores de la intolerancia y el odio. Una vez más, el tema de la traición en Oz, junto a la necesidad imperiosa de mirar al Otro.