Ocurrió durante el partido entre el estadounidense Jack Sock y el chileno Christian Garín en el torneo de Wimbledon. Al concluir el juego, llevado por la emoción de haber triunfado, Sock arrojó una toalla al público. Si eres aficionado al tenis sabrás la importancia que tienen los souvenirs de este tipo entre el público. La vida de un niño podría cambiar en un instante gracias a uno de esos objetos que encierran la magia del llamado deporte blanco.

Pues bien, un adulto le arrebató arteramente la toalla a un joven que literalmente la había cogido primero y en un acto contrario a las reglas de etiqueta del tenis se la quedó. El video dio la vuelta al mundo y generó condenas para el abusivo adulto hasta que lo vio el propio Sock, quien de inmediato se hizo a la tarea de encontrar al joven espectador. En twitter lanzó su búsqueda.

A esta tarea se unió Judy Murray, la famosa entrenadora escocesa, madre del tenista Andy, quien además se dirigió al hombre al que nadie ha identificado aun en la misma red social con un «debería estar avergonzado».

Éste es el penoso episodio:

https://www.youtube.com/watch?v=DrvinaymCZk

 

El joven de 15 años de origen irlandés, contactó directamente al jugador, quien prometió enviarle una toalla y entradas para algunos partidos. Pero eso no fue todo, ya que hubo una especie de reacción en cadena y los otros tres torneos del Grand Slam se unieron para enviar, cada uno, una toalla al muchacho.

Una vez restaurada nuestra fe en la humanidad, como se dice en estos tiempos, nos preguntamos: ¿Veremos algún día a ese niño pisar las canchas?

BLACK. En locales cerrados de todo el país.