“Hay que apuntar el dedo hacia nosotros mismos y empezar a hablar de cuál es nuestra responsabilidad como individuos, como ciudadanos. Eso es lo que estoy intentando hacer aquí, en México” max káiser
MANOS A LA OBRA
Lo que me preocupa es saber qué puedo hacer yo como ciudadana mientras observo que la corrupción en vez de retroceder, avanza. De aquí a que una nueva generación haga un cambio. ¿Qué puedo hacer mientras tanto? Max Káiser (Abogado por el ITAM y maestro en políticas comparadas por la London School of Economics and Political Science, así como fundador del cien: Centro para la Ética y la Integridad en los Negocios), certero, recomienda:
• Hay que entrarle. Cuando escucho a alguien que dice que no le interesa la política, pienso: “Entonces no te gusta vivir bien, no te interesa tu país ni tu familia”, porque todo se ve afectado por la política, desde los negocios, hasta la academia. Es algo que se tiene que cambiar, nos tiene que interesar la política y estar metidos de alguna u otra manera en ella.
• Informarse para entender. Es decir, Twitter y Facebook no son los lugares correctos para enterarse de lo que pasa en México. Hay que leer. Hay que saber quién es quién. Lo que más me alarma del tiempo que vivimos hoy es que no hay sorpresas, solo sorprendidos.
• Tenemos que aprender a decir “no”, aunque cueste. Un empresario debe aprender a decir “no” a un contrato que no es ético, aunque le cueste dinero, si no, nada va a cambiar.
• Atreverse a denunciar. Sí, da miedo, pero de lo contrario, las autoridades no se activan. Si te fijas, lo que se quiere decir cuando las autoridades de la Ciudad de México dicen que ya bajaron los homicidios es, en realidad, que ya bajaron las denuncias.
• Participar activamente, buscar una causa, pero hacerlo de manera organizada. Hay que tener una causa y organizar la vida en torno a ella. Hay que elegir y formar parte de una asociación, aportar dinero, ocupar un cargo, dar tu tiempo. Creemos que los daneses son lo que son porque tienen un gobierno con gente muy preparada. No es solo eso. También tienen una sociedad muy comprometida, muy informada.

“Ojalá nos toque verlo”, le digo a manera de cierre, con toda mi esperanza. “Nos va a tocar”, responde Max con total convencimiento.
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