Con propuestas impecables, el Festival Internacional de Cine Judío en México es ya infaltable en nuestra agenda de espacios para la crítica, la conversación y el debate. Teófilo Kalach, su presidente, y Frida Harari Sitton, artista multidisciplinaria, nos hablan de su edición 2019, la número XVI, que tendrá como tema la migración.
“Siempre me gustó el cine. Este es un nicho muy especial que incluye películas diferentes desde puntos de vista diferentes”, dice Teófilo Kalach sobre cómo lo ha marcado el FICJM. Sobre las razones del éxito del festival que se celebrará del 18 de enero al 7 de febrero de 2019: “Nuestro país está ávido de cultura y cualquier oferta cultural seria va a tener éxito. El nuestro es un festival muy audaz. Hemos presentado películas de diversidad sexual. Incluso siendo un festival judío criticamos a veces al gobierno israelí a veces o criticamos la religión”.
Esta vez el título del FICJM es “Un festival sin fronteras” y su temática la migración. Se antoja imposible un mejor momento para ocuparse con seriedad y sensibilidad del tema. “No es casualidad, ya que el tema lleva años, como las migraciones de África a Europa y que hoy estamos viviendo en México. Yo estoy aquí porque mis abuelos llegaron de algún lado y los recibieron. Y, finalmente, ¿quién no es migrante?”
FIG TREE
Un elemento importantísimo de este festival que no descansa (a lo largo de todo el año lleva a cabo proyecciones y eventos para recaudar fondos, y mantiene su Cine Club y la Muestra Universitaria) y cuya profundidad de propuestas lo ha convetido en una presencia infaltable en ciudades como CDMX, Cancún, Guadalajara, Mérida, Morelia, Querétaro y Tijuana, es su imagen. La de 2019 correrá a cargo de la artista mexicana Frida Harari Sitton, autora de Phosphenes (magnífico corto de 2016 en el que dirije a Mauricio Ochman y Liz Gallardo), quien informa sobre sus fuentes de inspiración: “La naturaleza no conoce fronteras; por eso me inspiré en el ejemplo más cercano que tenemos en México: la mariposa monarca. A ella nadie le pide visa”. Pero la joven creadora no se detuvo ahí, como explica: “los niños tampoco saben nada de las fronteras”. Así, decidió crear la historia de un niño que se transforma en una mariposa, “pero una mariposa a la que intervine con mi obra. Es una mariposa imaginaria, llena de color y de arte”.
“Nuestro país está ávido de cultura y cualquier oferta cultural seria va a tener éxito. El nuestro es un festival muy audaz. Hemos presentado películas de diversidad sexual. Incluso siendo un festival judío criticamos a veces al gobierno israelí a veces o criticamos la religión”, Teófilo Kalach, director del FICJM.
PINSKY
“El festival lo hace la gente que trabaja en él”, dice para cerrar la charla Teófilo, mientras reflexiona sobre qué significa para él el FICJM, “los aplausos son para el presidente y el director, pero son esas personas las que hacen una labor increíble y he aprendido mucho de ellas”. Y continúa: “Yo nunca había trabajado en recaudación de fondos. Por un lado te cierran muchas puertas, pero por otro conoces a gente increíble que está lista a dar para cualquier cosa”.
- Fig Tree (Israel)
- An Act of Defiance (Sudáfrica- Países Bajos)
- Unorthodox (Israel)
- Pinsky (Estados Unidos)
- To be Child Again (Canadá- Israel- México)
- Tel Aviv On Fire (Israel)
- Red Cow (Israel)
Por Jorge Mendoza Toraya
